El 81% de los pacientes con fibromialgia presenta al menos un punto de dolor en los pies

El uso continuado de pantallas y dispositivos electrónicos, con ordenadores, móviles o tabletas, se ha convertido en un factor cada vez más reconocido en la aparición y agravamiento de distintos tipos de cefalea, especialmente la cefalea tensional y la migraña. Según distintos estudios recientes, el tiempo diario frente a la pantallas ha aumentado de forma significativa en la última década, generando efectos directos sobre la salud visual, la postura y el sistema nervioso.
La exposición prolongada provoca un esfuerzo visual constante que reduce el parpadeo, genera sequedad ocular y tensión en los músculos que rodean los ojos. Además, mantener la misma postura duranta horas, con el cuello y los hombros rígidos, favorecen la contracción muscular y la isquemia local, lo que puede desencadenar dolor de tipo tensional.
Otro elemento clave es la luz azul emitida por los dispositivos, que altera los ritmos circadianos, empeora la calidad del sueño y aumenta la excitabilidad cerebral, especialmente en personas con predisposición a la migraña. Esto puede facilitar la aparición de crisis, tal y como evidencian estudios como los de Chellappa.
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