Un estudio relaciona mayores niveles de cafeína en sangre con menor riesgo de diabetes y sobrepeso
14 marzo 2023

Un estudio relaciona mayores niveles de cafeína en sangre con menor riesgo de diabetes y sobrepeso


Los investigadores creen que se debería estudiar este potencial, aunque otros expertos dudan de su utilidad para tomar decisiones individuales




La alimentación es uno de los temas favoritos de los amantes de la trifulca dialéctica, quizá porque no es nada fácil determinar quién tiene razón. El café es, después del agua, el líquido más consumido en todo el mundo, y en torno a esta bebida se discute con intensidad. Esta semana, un equipo internacional de investigadores liderado por Susanna Larsson, del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), publica un estudio en la revista BMJ Medicine que podrá ser utilizado por los que quieren tomar café, no solo con la conciencia tranquila, sino incluso con cierta sensación de superioridad moral.

Larsson y sus colegas concluyen que unos niveles elevados de cafeína en sangre pueden reducir la cantidad de grasa corporal de una persona y su riesgo de sufrir diabetes tipo 2, la que está asociada al envejecimiento y a algunos hábitos de vida. Los resultados coinciden con los de muchos estudios observacionales que, desde hace décadas, han visto una relación entre el consumo de café y un menor riesgo de diabetes. En un artículo publicado en 2018 por la misma Larsson, se estimaba que con cada taza de café con cafeína tomada al día se reducía un 7% el riesgo de desarrollar diabetes, un beneficio que, con un 6%, casi se igualaba con el café descafeinado. Otro estudio realizado por científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2017, calculaba que tres cafés al día reducen la mortalidad prematura entre un 8 y un 18%.

Pese a la acumulación de resultados positivos, estos estudios observacionales no permiten asegurar que los vínculos detectados son causales. En 1991, la OMS puso al café en la lista de posibles carcinógenos y, años después, revocó la decisión cuando se comprobó que la mayor incidencia de cáncer entre los cafeteros se podía explicar con otros hábitos asociados, como el cigarro que a veces acompaña a esa bebida. Los autores de este trabajo recuerdan que no se han realizado ensayos aleatorizados, muy costosos y complejos de realizar, con los que se pueda establecer causalidad, para analizar el efecto de la cafeína en el desarrollo de diabetes o enfermedad cardiovascular.

Noticia completa en El País.