El origen de la migraña: cómo detectar el ataque antes de que llegue el dolor
15 July 2025

El origen de la migraña: cómo detectar el ataque antes de que llegue el dolor


Antes del temido dolor de cabeza, el cuerpo envía señales: aprender a reconocerlas puede ayudar a anticiparse al ataque de migraña y mejorar su tratamiento

La migraña es una de las enfermedades neurológicas más comunes y discapacitantes, pero también una de las menos comprendidas por la población general. Para muchos, es sinónimo de un dolor de cabeza intenso que obliga a buscar oscuridad y silencio, pero en realidad se trata de un proceso mucho más complejo que incluye varias fases, algunas de las cuales pueden pasar desapercibidas incluso para quienes conviven con esta patología.

Una de esas fases poco conocidas es la llamada fase prodrómica, un periodo que precede al dolor y que puede ofrecer una valiosa ventana de oportunidad para actuar antes de que el ataque se instale con toda su intensidad. Conocer estas señales tempranas puede marcar la diferencia en el manejo de la migraña, tanto desde el punto de vista clínico como en la calidad de vida del paciente.

Antes del dolor: la fase que pasa desapercibida
"La migraña no es sólo dolor de cabeza. Se trata de un proceso cíclico con varias fases, de las cuales la más conocida es la fase del ataque", explica la Dra. Andrea Gómez García, del Servicio de Neurología y Unidad de Cefaleas del Hospital Fundación Jiménez Díaz, centro integrado en la red pública sanitaria de la Comunidad de Madrid (SERMAS).

Una de las fases más olvidadas por pacientes y profesionales no especializados es la llamada fase prodrómica. "Una fase menos conocida es la llamada fase prodrómica, la transición entre la fase interictal y la fase de dolor", señala la especialista.

Este periodo puede anticipar la llegada del dolor con mucha antelación. "Esta fase puede comenzar incluso dos o tres días antes de que aparezca el dolor de cabeza y lo que nos indica es que se está 'activando' la migraña", advierte la Dra. Gómez García. Es decir, el organismo empieza a prepararse para un episodio que, con suerte, aún se podría frenar o aliviar si se detecta a tiempo.

Señales de alerta: síntomas prodrómicos que debes conocer
Durante esta fase inicial pueden aparecer diversas molestias que, lejos de ser anecdóticas, funcionan como signos de alarma. "Los síntomas prodrómicos más típicos son la fatiga, dolor o rigidez en el cuello, cambios de humor, fotofobia, bostezos, mareo, dificultades de concentración, cambios de apetito y náuseas.", enumera la neuróloga de la Fundación Jiménez Díaz.

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